Eur Urol. 2016 May; 69 (5): 894-903.
Kaplan AL1, Hu JC2, Morgentaler A3, Mulhall JP4, Schulman CC5, Montorsi F6.
Información del autor
1 Departamento de Urología de la Escuela David Geffen de Medicina en UCLA, Los Angeles, CA, EE.UU.. Dirección electrónica: alkaplan@mednet.ucla.edu.
2 Departamento de Urología, Weill Cornell Medical College, Nueva York, NY, EE.UU..
3Men's Health Boston, Escuela de Medicina de Harvard, Boston, MA, EE.UU..
4Programa de Medicina Sexual y Reproductiva, Servicio de Urología, Memorial Sloan Kettering Cancer Center, Nueva York, NY, EE.UU..
5Clinic E Cavell y Universidad de Bruselas, Bruselas, Bélgica.
6Departmento de Urología, Università Vita-Salute San Raffaele, Milán, Italia.
Resumen
CONTEXTO:
El tratamiento con testosterona en hombres con cáncer de próstata ha estado contraindicado previamente, aunque datos recientes cuestionan este axioma. Durante las últimas 2 décadas, ha habido un cambio dramático de paradigma en las creencias, la actitud, y el tratamiento del déficit de testosterona en hombres con cáncer de próstata.
OBJETIVO:
Resumir y analizar la literatura actual relacionada con el efecto del reemplazo de testosterona en hombres con cáncer de próstata.
PRUEBAS DE ADQUISICIÓN:
Se realizó una búsqueda en Medline para identificar todas las publicaciones relacionadas con el tratamiento con testosterona en pacientes con cáncer de próstata tratado y no tratado.
SINTESIS DE LA EVIDENCIA:
La noción histórica de que el aumento de la testosterona era responsable del crecimiento del cáncer de próstata se basa en los estudios, todavía limitados, de la década de los 40s y los informes de casos anecdóticos. La evidencia actual revela que niveles de andrógenos endógenos elevados no aumentan el riesgo de un diagnóstico de cáncer de próstata. Del mismo modo, la terapia con testosterona en hombres con déficit de testosterona no parece aumentar el riesgo de cáncer de próstata o la probabilidad de padecer una enfermedad más agresiva en el diagnóstico de cáncer de próstata. La saturación del receptor de andrógenos (el modelo de saturación) aparece para dar cuenta de este fenómeno. Los hombres que recibieron el tratamiento de testosterona después del tratamiento para el cáncer de próstata localizado no parecen sufrir mayores tasas de recurrencia o peores resultados; aunque los estudios hasta la fecha son limitados. Los primeros informes de hombres en vigilancia activa / vigilancia expectante tratados con testosterona no han identificado eventos adversos de progresión.
CONCLUSIONES:
Una mejor comprensión de los efectos negativos del déficit de testosterona en la salud y la calidad de vida relacionada con la salud y la capacidad del tratamiento con testosterona para mitigar estos efectos, ha provocado una reevaluación del papel que la testosterona juega en el cáncer de próstata. Se ha producido un importante cambio de paradigma en este campo y el tratamiento con testosterona ahora puede ser considerado como una opción viable en hombres seleccionados con cáncer de próstata que sufren déficit de testosterona.
RESUMEN DEL PACIENTE:
En este artículo, se revisa y resume la literatura existente en torno al uso del tratamiento con testosterona en hombres con cáncer de próstata. Históricamente, la testosterona estaba contraindicada en hombres con antecedentes de cáncer de próstata. Se demuestra que esa contraindicación es infundada y, con un seguimiento cuidadoso, que su uso es seguro en ese sentido.
PALABRAS CLAVE:
Andrógenos; Cáncer de próstata; Modelo de saturación; Testosterona; Déficit de testosterona; Tratamiento con testosterona
PMID: 26719015
Comentario editorial: Continua existiendo mucha controversia en relación al tratamiento con testosterona de aquellos hombres con clínica de hipogonadismo e historia o riesgo de cáncer de próstata (CaP). Durante las últimas décadas se ha asumido que niveles elevados de testosterona producen un crecimiento acelerado del CaP, que estos niveles aumentan el riesgo de padecer este tumor y que niveles bajos disminuyen el riesgo de padecerlo. Por esta razón el tratamiento sustitutivo con testosterona ha estado absolutamente contraindicado en hombres con CaP. En los últimos años ha habido un cambio en el entendimiento de la relación entre los andrógenos y el CaP. En esta revisión sistemática sus autores recogen información todos los artículos originales y revisiones desde 1940 hasta 2015 relacionados con el uso de testosterona en pacientes con CaP tratado y no tratado. Muestran que este tratamiento no incrementa el riesgo de padecer CaP, ni su recurrencia o progresión. Resulta un trabajo muy interesante, si bien, una evaluación definitiva del riesgo requeriría datos de estudios controlados a largo plazo y de momento éstos no se estan realizando.
José María Lozano-Blasco
Urólogo. FECSM
Adjunto de las Unidades de Andrología y Neuro-urología
UGC de Urología-Nefrología
HHUU Virgen del Rocío. Sevilla
