Human Reprod. 2019 March 1; 34(3): 389–402
RESUMEN
PREGUNTA DEL ESTUDIO
¿Los signos tempranos de un trastorno metabólico en la adolescencia tardía se asocian con características de una función testicular deteriorada muchos años antes de que la mayoría busque la paternidad?
RESUMEN RESPUESTA
Los adolescentes con características de trastorno metabólico a los 17 años, o resistencia a la insulina (IR) a los 20 años, muestran una función testicular deteriorada y niveles hormonales alterados en comparación con aquellos sin trastorno metabólico.
LO QUE YA SE CONOCE
La evidencia, aún controvertida, sugiere una disminución reciente en la producción de esperma potencialmente vinculada a influencias ambientales, pero su causa sigue sin estar clara. Los aumentos concomitantes de la obesidad y la diabetes sugieren que los factores del estilo de vida pueden contribuir a esta disminución de la función testicular. Aunque la obesidad se ha asociado con la función testicular adversa en algunos estudios, aún no está claro si la función testicular deficiente refleja, o es causa, de una salud metabólica deficiente. Si el trastorno metabólico estaba presente en la adolescencia, antes del inicio de la obesidad, esto podría sugerir que el trastorno metabólico podría ser un precursor de la función testicular deteriorada.
DISEÑO DE ESTUDIO, TAMAÑO, DURACIÓN
El Estudio de Cohorte de Embarazos en Australia Occidental (Raine) es un estudio longitudinal de niños nacidos en 1989-1991 que se han sometido a evaluaciones físicas detalladas desde su nacimiento (1454 bebés nacidos). A los 17 años, 490 niños se sometieron a una ecografía hepática, a una evaluación de citoquinas séricas (n = 520) y a una evaluación metabólica (n = 544). Se realizó una evaluación metabólica adicional a los 20 años (n = 608). La evaluación testicular se realizó a los 20 años; Se midieron 609 hormonas reproductivas, 404 se sometieron a ultrasonido testicular y de 365 se tomaron una muestra de semen.
PARTICIPANTES / MATERIALES, CONFIGURACIÓN, MÉTODOS
El volumen testicular se estimó mediante ecografía y el análisis del semen se realizó de acuerdo con las pautas de la Organización Mundial de la Salud. Las concentraciones de LH, FSH e inhibina B (inhB) en suero se midieron mediante inmunoensayo y testosterona total mediante cromatografía líquida - espectrometría de masas.
A los 17 años, se realizó un examen de ultrasonido hepático para determinar la presencia de enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD), y se analizó el suero en busca de citoquinas interleucina-18 y factor de necrosis del receptor tumoral soluble 1 y 2 (sTNFR1, sTNFR2).
A los 17 y 20 años, se analizaron muestras de sangre en ayunas para detectar enzimas hepáticas séricas, insulina, glucosa, triglicéridos (TG), colesterol total, lipoproteínas de alta densidad y colesterol de lipoproteínas de baja densidad, proteínas reactivas C de alta sensibilidad y ácido úrico. La evaluación del modelo homeostático (HOMA) fue calculada y aproximada. El IR se definió por un HOMA> 4. Se recopilaron datos antropométricos y se realizó una medición de la absorciometría de rayos X de energía dual para la masa grasa magra y total. Como a esta edad temprana se esperaba que la prevalencia del síndrome metabólico fuera baja, se usó un análisis agrupado de dos pasos utilizando la circunferencia de la cintura, los TG, la insulina y la presión arterial sistólica para derivar un grupo distinto de alto riesgo con síndrome metabólico consistente y aumento riesgo cardiometabólico.
PRINCIPALES RESULTADOS Y EL PAPEL DE LA OPORTUNIDAD
Los hombres a la edad de 17 años con mayor riesgo cardiometabólico tuvieron concentraciones más bajas de testosterona sérica (medianas: 4.0 versus 4.9 ng / ml) e inhB (193.2 versus 221.9 pg / mL) (P <0.001 para ambos) en comparación con aquellos con el grupo de riesgo metabólico bajo. Los hombres con evidencia de NAFLD por ultrasonido (n = 45, 9.8%) tuvieron una producción total reducida de espermatozoides (medianas: 68.0 versus 126.00 millones, P = 0.044), testosterona (4.0 versus 4.7 ng / mL, P = 0.005) e inhB (209.1 versus 218.4 pg /mL, P = 0.032) en comparación con los hombres sin NAFLD.
Los hombres con concentraciones más altas de sTNFR1 a los 17 años tuvieron una menor producción de esperma y una concentración sérica de inhB, con un aumento de LH y FSH (todo P <0.05 después del ajuste por edad, IMC, abstinencia y antecedentes de criptorquidia, varicocele, tabaquismo, consumo de alcohol y drogas), en comparación con aquellos sin un elevado sTNFR1. El análisis de regresión multivariable, que se ajusta a los factores de confusión, mostró que en el grupo metabólico de alto riesgo a los 20 años tenía una testosterona sérica más baja e inhB (P = 0.003 y P = 0.001, respectivamente). Un HOMA-IR> 4 se asoció con una testosterona sérica más baja (P = <0.001) e inhB (P = 0.010) y un aumento en la FSH sérica (P = 0.015).
LIMITACIONES, RAZONES DE PRECAUCION
Este estudio está limitado por el tamaño de la muestra y las comparaciones múltiples, y no se puede probar la causalidad a partir de un estudio observacional. Debido a un intervalo de 3 años entre algunas evaluaciones metabólicas y la evaluación de la función testicular, no podemos excluir la introducción de un sesgo en el estudio, ya que algunos de los participantes y su función testicular no estarán completamente maduros para poder ser valorados a los 17 años.
AMPLIAS IMPLICACIONES DE LOS RESULTADOS
Independientemente de una causa comprobada, los hallazgos de nuestro estudio son importantes porque una minoría significativa de los hombres, antes de buscar la paternidad, presentaron características coexistentes de trastorno metabólico y signos de deterioro testicular. Cabe destacar que la presencia de NAFLD a los 17 años, aunque solo está presente en una minoría de hombres, se asoció con una reducción de casi el 50% en la producción de espermatozoides a los 20 años de edad, y que la presencia de RI a los 20 años Se asoció con una reducción del 20% en el volumen testicular.
Comentario editorial
Se pone de manifiesto la necesidad de ampliar los estudios de fertilidad en pacientes jóvenes, desde el momento en que sea viable realizar seminogramas, con el fin de desarrollar programas de prevención del deterioro de la capacidad fértil o preservación temprana de espermatozoides.
Carlos Balmori Boticario
Urólogo.
Responsable Sección Urología y Medicina Sexual y Reproductiva
IVI Madrid
cbalmori@unidadmedicinasexual.com
www.unidadmedicinasexual.com